
Por primera vez en los 60 años de historia del festival de Cannes se ha escuchado la melodía del idioma guaraní gracias a la directora paraguaya Paz Encina, quien inauguró la sección paralela oficial "Una cierta mirada" con su opera prima, "Hamaca paraguaya", una coproducción argentino-paraguaya.Encina, de 35 años, primera candidata a la Cámara de Oro por la mejor opera prima del 59no. Festival de Cannes, nació en Asunción, pero estudió en Buenos Aires y se graduó en la Universidad del Cine (FUC) en 2001.En sus años de estudio realizó tres videos, "Rastros", "La siesta" y un primer esbozo de "Hamaca paraguaya", y los cortos "Los encantos del jazmín" y "Supe que estabas triste" antes de poder abocarse en el próximo lustro a su primer largometraje contando con capitales de su país y de Argentina, España, Francia y Holanda.CINE DESPOJADOEncina cree en el cine despojado de todo oropel y en este largo diálogo, casi a lo Samuel Beckett, entre dos ancianos sentados en una hamaca que niegan y al final aceptan la muerte del hijo en la guerra del Chaco.La acción (o no acción) de la película transcurre en 1937, como un drama en cámara fija e imagen a veces congelada como si el tiempo se hubiese detenido ante la tragedia.Al diálogo en guaraní entre dos seres solitarios que han perdido las ganas de vivir se une sólo el ladrido desconsolado de la perra dejada por el hijo y que los padres terminan por aceptar como el único legado de su vástago."Hamaca paraguaya" es el primero de los siete filmes encargados por el director teatral norteamericano Peter Sellars a otros cineastas en ocasión del año mozartiano con una temática que se inspira en "La flauta mágica", "La clemencia de Tito" y el Réquiem, compuestos en el último año de vida por el genio de Salzburgo, de quien en 2006 se cumplen 250 años de su nacimiento.
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